SUS PRIMEROS DÍAS EN CASA, SU EDUCACIÓN Y SUS PRIMERAS SALIDAS
Si
finalmente os habéis decidido a adquirir un basset hound como compañero de
fatigas, os felicito sinceramente, pues no encontrareis a lo largo de vuestra
vida amigo más fiel, cariñoso y noble.
A
continuación os propondré algunos truquillos que os harán más fáciles esos
primeros días de adaptación del cachorro al nuevo hogar y algunos consejillos
para su correcta educación. Yo no los he inventado, pero he de reconocer que
con los cuatro cachorros que he traído a casa han funcionado de maravilla.
- EL
PERIODO DE ADAPTACIÓN DEL CACHORRO.
Bueno,
pues ya tenemos nuestro deseado orejoncillo en casa y una norma útil que
podemos seguir para entender sus reacciones es ponernos en su lugar e intentar
pensar qué puede estar pasando por su cabecita. Debemos entender que su nueva
casa implica que esté rodeado de muchos sonidos y olores nuevos y es
comprensible que se sienta sólo e indefenso sin la protección de su mamá y la
compañía de sus hermanitos.
Lo
ideal es que seamos nosotros mismo los que recojamos el cachorrito directamente
de su criador. En ese caso, podemos llevar una mantita y frotar con ella a su
mamá y sus crías para impregnarla con su olor. Esta mantita podemos colocársela
las primeras noches en el lugar dónde hayamos decidido que vaya a dormir. Otro
truquillo para esas primeras noches, consiste en engañar otro de sus sentidos,
su oído. Podemos colocar cerquita un reloj o un despertador, de esos que emiten
un claro Tic Tac. Nuestro cachorrillo relacionará ese sonido con el latido del
corazón de su mamá y le ayudará a tranquilizarse.
Al
basset hound le gusta la rutina, por eso es muy importante establecer desde el
primer momento un programa diario. Darle de comer siempre a las mismas horas y
que tenga siempre agua fresquita a su disposición. Lo ideal, bajo mi punto de
vista, es proporcionarle tres comidas diarias, al menos hasta los 5 meses de
edad. La primera toma se la daremos por la mañana temprano, la segunda al medio
día y la última al anochecer, así nuestro cachorrito dormirá mucho mejor. Le
dejaremos unos 30 minutos apróximadamente para que coma y pasado ese tiempo le
retiraremos lo que haya dejado y le pondremos alimento nuevo en la siguiente
toma.
Tendremos
que proporcionarle un espacio en dónde pueda dormir con su mantita y
refugiarse, sobre todo esas primeras noches en las que se sentirá tan sólo. Ese
será su territorio al que llevará sus juguetes y sus trofeos.
Debemos
tratar de evitar accidentes cuando juegue y explore su nueva casa. Un
cachorrito está lleno de energía y si no está durmiendo, sólo querrá jugar todo
el rato. Es inevitable que realice alguna trastadilla. Hay que tener
paciencia!!!. Pero es importante que tomemos algunas medidas de prevención,
como por ejemplo, ocultar los cables eléctricos situados a baja altura, colocar
las plantas en zonas altas, ya que destrozarlas le resultará muy entretenido, y
en definitiva, no dejar a su alcance ningún objeto no deseado con el que pueda
jugar, romper y/o tragar.
- LA
EDUCACIÓN.
La
educación de nuestro basset y en general de cualquier perrito, ha de basarse,
desde el primer día, en comunicarle claramente unas determinadas voces de
orden, una para cada acción que queramos que cumpla.
Es
muy importante recompensarle con caricias y/o premios inmediatamente después de
que lo haga bien, para que de esta manera asocie esas voces de orden a una
acción por la cual ha recibido una recompensa.
Por
el contrario, cuando realice una acción no deseada, debemos manifestarlo
también con un tono de voz seco y contundente y con palabras breves, como NO ó
MAL, pero esto inmediatamente después de producirse esa acción no deseada.
Podemos premiarle en el momento en que corrija su conducta.
Es
importante que toda la familia se implique en la educación del cachorro y que
todos se pongan de acuerdo para utilizar las mismas voces de orden para no
confundir al perrito.
Nunca
le peguemos, ni le gritemos excesivamente. Con el basset hound hay que armarse
de paciencia y dedicar mucho tiempo a su educación. Es un perro muy
inteligente, pero sumamente terco y un cabezota redomado.
El
primer problema con el que nos encontramos y uno de los principales y que más
quebraderos de cabeza nos da, es el educarle de manera que entienda en dónde y
en dónde no debe hacer sus necesidades. Es importante comenzar cuanto antes,
pues por lo general nos llevará un tiempo.
Dependiendo
de si su zona sucia está dentro o fuera del domicilio, por ejemplo en un
jardín, actuaremos de forma diferente.
Como
hasta que no complete sus vacunas no podremos sacarle a pasear normalmente,
deberemos habituarle a que haga sus cositas en el lugar que hayamos elegido
para ello, en el piso o en el jardín. Podemos delimitar la zona con unos
papeles de periódico.
Otra
posibilidad es que él mismo elija un lugar preferente para hacer sus
necesidades y después coloquemos allí los periódicos. El caso es que el perrito
reconozca que esos papeles señalan su lavabo.
Poco
a poco podremos ir trasladando los papeles cada vez más cerca de la puerta de
salida, para que más adelante asocie el hacer sus necesidades a dar sus paseos.
Yo con mi primer basset, en sus primeras salidas a la calle, me bajaba el papel
de periódico y se lo colocaba allí mismo para que hiciera sus cositas y una vez
lo hacia lo premiaba con mimitos y chuches. Luego una vez acostumbrado le
retiré el periódico y santas pascuas!!!.
Existen
tres situaciones tras las cuales es más probable que el cachorro realice sus
necesidades: después de comer, después del juego y justo después de
despertarse. Es en esos momentos en los que debemos estar más pendientes y
llevarle a la zona destinada para sus cositas. Nada más que las haga le
hablaremos de forma cariñosa y le premiaremos.
Medidas
como restregarle el hocico sobre sus propios excrementos o castigarlo al llegar
a casa, después de un tiempo de haber sucedido, no sirve para nada.
Como
os he comentado es un proceso largo, debemos ser pacientes y tener el cubo con
lejía y la fregona siempre a mano, pues de seguro lo necesitaremos a menudo.
- SUS
PRIMERAS SALIDAS.
Las
salidas cotidianas no deben limitarse a una carrera rápida hacia el jardín más
cercano. Al menos en uno de sus paseos debemos tomarnos nuestro tiempo para
establecer una conexión y una comunicación con nuestro perro y mejorar así la
comprensión mutua. No puede haber una verdadera amistad entre dos seres que no
se conocen a fondo. En cuanto el basset hound conoce mejor a sus dueños y las
costumbres de la casa, se integra a la perfección en el seno de la familia,
llegando incluso a convertirse en uno de los componentes más importantes.
Durante
el paseo tenemos que enseñar a nuestro cachorro a que camine siempre a nuestro
lado tranquilamente, atado, sin tirar con brusquedad. Tanto la correa como el
collar (yo nunca aconsejo llevarlo con arnés ya que la mayoría tiran de la
espalda), deben ser ligeros y no debe llevarlos en casa para que no les moleste
en su papada. El cachorro debe acostumbrarse a llevar el collar poco a poco. Al principio le dejaremos que vaya hacia dónde
él quiera y cuando estemos seguros que ha aceptado el collar, podemos darle un
ligero tirón para indicarle la dirección que queremos que siga. Se habituará rápidamente,
pues lo asociará al paseo que es una actividad agradable para él.
Siempre
que tengamos dudas sobre el comportamiento de nuestro cachorro debemos
consultar lo antes posible con su criador para intentar establecer una
detección precoz de cualquier problema de comportamiento. Recordad que el
criador por su experiencia y por su gran conocimiento de la raza es nuestro
mejor aliado.
Muchas
actitudes desagradables hacia personas, animales y/o situaciones determinadas
no son más que una medida de defensa a hechos a los que nuestro perro está poco
o nada acostumbrado. Por ello es muy importante comenzar cuanto antes su
socialización, desde el primer momento de su llegada a casa. Nuestro perrito ya
contará con una socialización previa que habrá llevado a cabo su criador, pero
a nosotros nos tocará continuarla de forma correcta, ya que esta es la etapa
más importate del cachorro y de ello dependerá que se convierta en un adulto
dócil y equilibrado. Esa etapa comprende desde las 3 hasta las 14 semanas de
vida y nuestro cachorrito necesitará tener contacto con otros perros, con
personas adultas, con niños y con ruidos procedentes de su entorno. En un
principio y hasta completar su programa de vacunas, mi consejo es que sus
salidas se hagan en brazos, es decir, que explore desde el contacto indirecto y
que tras unos días empecemos a socializarlo en lugares seguros, higiénicos y
cerrados y siempre bajo nuestra extricta supervisión para evitar el contagio de
enfermedades por contacto con otros animales. En resumidas cuentas, cuantas más
experiencias viva nuestro perrito en sus primeras semanas de vida, más normal
será su comportamiento cuando se encuentre en situaciones desconocidas. Así
que, llevarlo en coche, pasearlo por calles con tráfico y muy transitadas, que
conozca animales de otras especies, acercarlo a parques infantiles para que
tenga contacto con niños… en definitiva, mostrarle mundo!!!.