miércoles, 20 de febrero de 2013

LOS PRIMEROS DÍAS DEL CACHORRO EN CASA


SUS PRIMEROS DÍAS EN CASA, SU EDUCACIÓN Y SUS PRIMERAS SALIDAS



 Ante todo me gustaría recordaros que un perrito por muy tierno y mono que nos resulte, no es un juguete. Es un animalito que siente y padece, que requiere de unos cuidados básicos, que necesita ser alimentado, que vigilen su salud, que necesita mucho cariño y sobretodo compañía. El basset hound es un perro extremadamente sociable y no debe estar sólo por mucho tiempo.
Si finalmente os habéis decidido a adquirir un basset hound como compañero de fatigas, os felicito sinceramente, pues no encontrareis a lo largo de vuestra vida amigo más fiel, cariñoso y noble.
A continuación os propondré algunos truquillos que os harán más fáciles esos primeros días de adaptación del cachorro al nuevo hogar y algunos consejillos para su correcta educación. Yo no los he inventado, pero he de reconocer que con los cuatro cachorros que he traído a casa han funcionado de maravilla.


-       EL PERIODO DE ADAPTACIÓN DEL CACHORRO.
Bueno, pues ya tenemos nuestro deseado orejoncillo en casa y una norma útil que podemos seguir para entender sus reacciones es ponernos en su lugar e intentar pensar qué puede estar pasando por su cabecita. Debemos entender que su nueva casa implica que esté rodeado de muchos sonidos y olores nuevos y es comprensible que se sienta sólo e indefenso sin la protección de su mamá y la compañía de sus hermanitos.
Lo ideal es que seamos nosotros mismo los que recojamos el cachorrito directamente de su criador. En ese caso, podemos llevar una mantita y frotar con ella a su mamá y sus crías para impregnarla con su olor. Esta mantita podemos colocársela las primeras noches en el lugar dónde hayamos decidido que vaya a dormir. Otro truquillo para esas primeras noches, consiste en engañar otro de sus sentidos, su oído. Podemos colocar cerquita un reloj o un despertador, de esos que emiten un claro Tic Tac. Nuestro cachorrillo relacionará ese sonido con el latido del corazón de su mamá y le ayudará a tranquilizarse.
Al basset hound le gusta la rutina, por eso es muy importante establecer desde el primer momento un programa diario. Darle de comer siempre a las mismas horas y que tenga siempre agua fresquita a su disposición. Lo ideal, bajo mi punto de vista, es proporcionarle tres comidas diarias, al menos hasta los 5 meses de edad. La primera toma se la daremos por la mañana temprano, la segunda al medio día y la última al anochecer, así nuestro cachorrito dormirá mucho mejor. Le dejaremos unos 30 minutos apróximadamente para que coma y pasado ese tiempo le retiraremos lo que haya dejado y le pondremos alimento nuevo en la siguiente toma.
Tendremos que proporcionarle un espacio en dónde pueda dormir con su mantita y refugiarse, sobre todo esas primeras noches en las que se sentirá tan sólo. Ese será su territorio al que llevará sus juguetes y sus trofeos.
Debemos tratar de evitar accidentes cuando juegue y explore su nueva casa. Un cachorrito está lleno de energía y si no está durmiendo, sólo querrá jugar todo el rato. Es inevitable que realice alguna trastadilla. Hay que tener paciencia!!!. Pero es importante que tomemos algunas medidas de prevención, como por ejemplo, ocultar los cables eléctricos situados a baja altura, colocar las plantas en zonas altas, ya que destrozarlas le resultará muy entretenido, y en definitiva, no dejar a su alcance ningún objeto no deseado con el que pueda jugar, romper y/o tragar.


-       LA EDUCACIÓN.
La educación de nuestro basset y en general de cualquier perrito, ha de basarse, desde el primer día, en comunicarle claramente unas determinadas voces de orden, una para cada acción que queramos que cumpla.
Es muy importante recompensarle con caricias y/o premios inmediatamente después de que lo haga bien, para que de esta manera asocie esas voces de orden a una acción por la cual ha recibido una recompensa.
Por el contrario, cuando realice una acción no deseada, debemos manifestarlo también con un tono de voz seco y contundente y con palabras breves, como NO ó MAL, pero esto inmediatamente después de producirse esa acción no deseada. Podemos premiarle en el momento en que corrija su conducta.
Es importante que toda la familia se implique en la educación del cachorro y que todos se pongan de acuerdo para utilizar las mismas voces de orden para no confundir al perrito.
Nunca le peguemos, ni le gritemos excesivamente. Con el basset hound hay que armarse de paciencia y dedicar mucho tiempo a su educación. Es un perro muy inteligente, pero sumamente terco y un cabezota redomado.
El primer problema con el que nos encontramos y uno de los principales y que más quebraderos de cabeza nos da, es el educarle de manera que entienda en dónde y en dónde no debe hacer sus necesidades. Es importante comenzar cuanto antes, pues por lo general nos llevará un tiempo.
Dependiendo de si su zona sucia está dentro o fuera del domicilio, por ejemplo en un jardín, actuaremos de forma diferente.
Como hasta que no complete sus vacunas no podremos sacarle a pasear normalmente, deberemos habituarle a que haga sus cositas en el lugar que hayamos elegido para ello, en el piso o en el jardín. Podemos delimitar la zona con unos papeles de periódico.
Otra posibilidad es que él mismo elija un lugar preferente para hacer sus necesidades y después coloquemos allí los periódicos. El caso es que el perrito reconozca que esos papeles señalan su lavabo.
Poco a poco podremos ir trasladando los papeles cada vez más cerca de la puerta de salida, para que más adelante asocie el hacer sus necesidades a dar sus paseos. Yo con mi primer basset, en sus primeras salidas a la calle, me bajaba el papel de periódico y se lo colocaba allí mismo para que hiciera sus cositas y una vez lo hacia lo premiaba con mimitos y chuches. Luego una vez acostumbrado le retiré el periódico y santas pascuas!!!.
Existen tres situaciones tras las cuales es más probable que el cachorro realice sus necesidades: después de comer, después del juego y justo después de despertarse. Es en esos momentos en los que debemos estar más pendientes y llevarle a la zona destinada para sus cositas. Nada más que las haga le hablaremos de forma cariñosa y le premiaremos.
Medidas como restregarle el hocico sobre sus propios excrementos o castigarlo al llegar a casa, después de un tiempo de haber sucedido, no sirve para nada.
Como os he comentado es un proceso largo, debemos ser pacientes y tener el cubo con lejía y la fregona siempre a mano, pues de seguro lo necesitaremos a menudo.


-       SUS PRIMERAS SALIDAS.
Las salidas cotidianas no deben limitarse a una carrera rápida hacia el jardín más cercano. Al menos en uno de sus paseos debemos tomarnos nuestro tiempo para establecer una conexión y una comunicación con nuestro perro y mejorar así la comprensión mutua. No puede haber una verdadera amistad entre dos seres que no se conocen a fondo. En cuanto el basset hound conoce mejor a sus dueños y las costumbres de la casa, se integra a la perfección en el seno de la familia, llegando incluso a convertirse en uno de los componentes más importantes.
Durante el paseo tenemos que enseñar a nuestro cachorro a que camine siempre a nuestro lado tranquilamente, atado, sin tirar con brusquedad. Tanto la correa como el collar (yo nunca aconsejo llevarlo con arnés ya que la mayoría tiran de la espalda), deben ser ligeros y no debe llevarlos en casa para que no les moleste en su papada. El cachorro debe acostumbrarse a llevar el collar poco a poco.  Al principio le dejaremos que vaya hacia dónde él quiera y cuando estemos seguros que ha aceptado el collar, podemos darle un ligero tirón para indicarle la dirección que queremos que siga. Se habituará rápidamente, pues lo asociará al paseo que es una actividad agradable para él.
Siempre que tengamos dudas sobre el comportamiento de nuestro cachorro debemos consultar lo antes posible con su criador para intentar establecer una detección precoz de cualquier problema de comportamiento. Recordad que el criador por su experiencia y por su gran conocimiento de la raza es nuestro mejor aliado.
Muchas actitudes desagradables hacia personas, animales y/o situaciones determinadas no son más que una medida de defensa a hechos a los que nuestro perro está poco o nada acostumbrado. Por ello es muy importante comenzar cuanto antes su socialización, desde el primer momento de su llegada a casa. Nuestro perrito ya contará con una socialización previa que habrá llevado a cabo su criador, pero a nosotros nos tocará continuarla de forma correcta, ya que esta es la etapa más importate del cachorro y de ello dependerá que se convierta en un adulto dócil y equilibrado. Esa etapa comprende desde las 3 hasta las 14 semanas de vida y nuestro cachorrito necesitará tener contacto con otros perros, con personas adultas, con niños y con ruidos procedentes de su entorno. En un principio y hasta completar su programa de vacunas, mi consejo es que sus salidas se hagan en brazos, es decir, que explore desde el contacto indirecto y que tras unos días empecemos a socializarlo en lugares seguros, higiénicos y cerrados y siempre bajo nuestra extricta supervisión para evitar el contagio de enfermedades por contacto con otros animales. En resumidas cuentas, cuantas más experiencias viva nuestro perrito en sus primeras semanas de vida, más normal será su comportamiento cuando se encuentre en situaciones desconocidas. Así que, llevarlo en coche, pasearlo por calles con tráfico y muy transitadas, que conozca animales de otras especies, acercarlo a parques infantiles para que tenga contacto con niños… en definitiva, mostrarle mundo!!!.